A night like this…
Ya casi no recuerdo que año era. Recuerdo el calor de las noches del sur. Recuerdo el viento leve meciendo lentamente las palmeras. También el silencio. El aroma incisivo del mar. Estábamos en algún lugar de Carolina del Sur. Tal vez fuera Beaufort. Tal vez Hilton Head Island. Silvia y yo estábamos sentados observando el reflejo de la luna sobre el agua.
Ella se quejaba del calor y la humedad. A mí, en cambio, me encantaba. Apenas había gente en el paseo. Entonces escuchamos el sonido de un par de hombres que cargaban cajas en un camión. Frente a una de las tiendas que aún se mantenían abiertas, una mujer les pedía por favor que tuvieran cuidado. Nos acercamos y echamos un vistazo. Era una tienda de ropa.
La mujer nos explicó que estaban liquidando. Nos invitó a pasar. El interior era un lugar mágico. Estaba lleno de objetos antiguos y prendas maravillosas. En seguida percibimos el estilo sureño, la sinceridad y elegancia, la sencillez y la versatilidad. La mujer nos contó que aquél lugar había sido su sueño durante más de treinta años. Nos quedamos prendados. Dimos un par de vueltas más, compramos algo, sentimos que aquel sueño acabara. Nos despedimos.